martes, 17 de septiembre de 2013

Manos(de ellos)

En mi diario trajinar laboral, atravesando esquinas y transitando calles, me doy, de lleno, casi sin querer, total casualidad o causalidad, con ellos...que hacen un alto en su caminar, porque ya la carga de los años los torna inestables al mover bruscamente la cabeza para mirar hacia atrás. Muy abrigados ellos, pues el invierno se hace sentir aún, en este agosto hoy soleado, pero ventoso. Él de gorra, muy elegante, ella impecable, de bufanda y deportivo, pero que aún delata la elegancia que se resiste a ceder ante el paso de los años.
Pero lo que realmente llama la atención, encandila, enternece y hace sentirse abrazada por una mezcla de emoción, nostalgia, cariño y tibieza es la forma en que van tomados de la mano. Amarrados como si de esa forma nada pudiera pasarles, como prueba viviente de que se puede cumplir con esa promesa que un día se hicieran: de compartir alegrías y tristezas, "hasta que la muerte los separe"... 
Ya está...por hoy me basta, me dejo ir envuelta por este sentimiento que me regaló esta esquina de mi vida hoy...

(Imagen tomada de internet)

miércoles, 15 de mayo de 2013

Que lo suelta, que no lo hace.
Que sí, que no, que se balancea con él, que se mueve todo por no soltar...
Que el viento los mece y los vuelve a su lugar, un rayo de sol los abriga...
Una nueva sacudida y casi lo deja ir, pero se mecen al unísono y siguen ahí, pendiendo de la misma rama...hasta que una ráfaga nueva hace que ya no resista más...el limonero y deja ir el fruto cuyas ramas acunaron hasta hoy!!

miércoles, 13 de marzo de 2013

Vida...

Este transcurrir de los días, entre rutinas y pequeñas y grandes sorpresas.
Este despertar cada día y ver la luz del sol o simplemente la claridad del día.
Ese nerviosismo del primer día de clases, ese miedo a separarnos de lo cotidiano.
Ese llanto contenido de ver que nuestra madre nos deja en la puerta de la escuela y se va.
Ese soplo de felicidad al verla allí en la puerta esperándonos. Ese correr y abrazar su falda...
La alegría inquieta de terminar la escuela y la incógnita de la secundaria. La sensación de sentirnos grandes la primera vez que nos ponemos con orgullo el uniforme en secundaria.
Las mariposas en el estómago del primer amor. Y esa inexplicable sensación de sentirnos dueños absolutos del mundo y creernos capaces de cambiarlo.
Los nervios del primer examen, la alegría de escuchar nuestro apellido seguido de un "aprobado". La decepción de un "no aprobado".
La paz de un abrazo de nuestros padres. La sensación de protección de las manos de mi madre cuando estaba mal.
Las sonrisas de aprobación y las miradas que matan.
El sopor al recibir una mala noticia. La impotencia ante las partidas para las cuales nunca estamos preparados. El tragar saliva para que no se nos quiebre la voz; el no poder lograrlo.
El reír cuando por dentro lloramos a mares... El llorar incontrolablemente ante lo irremediable.
El reír y llorar a la vez...pero de felicidad.
Esa flor que adorna el costado de la calle.
Ese angel que nos cuida.
Ese atardecer de múltiples e irrepetibles colores.
Esa lluvia refrescante.
El milagro de los nacimientos. El misterio de la muerte.
La sensación de decepción....
La felicidad del amor...El amor....La vida.